Beneficios del gateo. Cómo estimular el gateo del bebé

El primer año de vida se caracteriza por una impresionante lista de logros motores. El gateo aparece como una etapa dentro del desarrollo psicomotor, formando parte del área motriz gruesa. Algunos padres y cuidadores impiden a los bebés gatear y les obligan a andar con sus pies, todavía sin desarrollar, precozmente, ya sea agarrándoles en alto de las manos o colocándolos en andadores, cuando su cuerpo aún no está preparado para mantenerse de pie. En este post hablamos de la importancia del gateo, sus beneficios y cómo podemos estimularlo en casa respetando sus ritmos.

En qué consiste el gateo del bebé

El gateo en un bebé se refiere al momento en que el niño comienza a moverse en una posición de cuatro puntos, apoyando sus manos y rodillas en el suelo. Este hito representa una fase esencial en el desarrollo tanto motor como cognitivo del bebé. Mientras gatea, el bebé fortalece sus músculos, especialmente en los brazos, las piernas y el tronco.

Además de beneficiar su desarrollo físico, el gateo desempeña un papel importante en el desarrollo cerebral y sensorial. A través del movimiento coordinado, el bebé activa conexiones neuronales cruciales que son esenciales para el aprendizaje, la percepción espacial y la interacción con su entorno.

Por qué es importante gatear antes de andar

El gateo suele aparecer a los 8 meses o hacia el final del primer año, sin existir diferencias de género. El grado de madurez debe valorarse en función de la edad del niño y su edad gestacional, y en el caso de prematuros, debe aplicarse la “edad corregida”.

El gateo es un ejercicio muy completo a nivel físico e intelectual y constituye una etapa muy beneficiosa para el desarrollo del bebé, por lo que el gateo se debería alcanzar siempre previamente a la marcha.

Cuáles son los beneficios del gateo

Como hemos dicho, el gateo ofrece una serie de beneficios tanto físicos como cognitivos.

• Interconecta los hemisferios cerebrales al desarrollar patrón cruzado de desplazamiento corporal y equilibrio. Cuando el bebé gatea, el lado derecho e izquierdo del celebro deben trabajar en sincronía. Esta integración de los dos hemisferios cerebrales será beneficiosa para futuras destrezas físicas como correr, trepar y subir y bajar escaleras.
• Tonifica la musculatura del cuello, tronco, brazos, piernas y cadera que más adelante permitirán que el niño se mantenga erguido cuando esté preparado para ponerse de pie. De hecho, es más frecuente ver cómo el bebé se lleva el pie a la boca.
• Estimula su equilibrio mediante el desarrollo del sistema vestibular y el sistema propioceptivo.
• Facilita la escritura gracias a la coordinación cerebral ojo-mano.
• Le ayuda a medir el mundo que le rodea y el niño se adapta al medio.
• Desarrolla su percepción temporal y espacial al descubrir con su cuerpo las ideas de velocidad y distancia.
• Desarrolla su interacción social.
• Le ayuda a establecer la futura lateralización.
• Estimula sus futuros procesos de lectura y escritura. Los ajustes visuales, enfocar cerca y lejos, entrenan la musculatura intrínseca del ojo, estimulan su enfoque visual y mejoran la visión binocular, la cual es necesaria para sus futuros procesos de lectura y escritura.
• Aunque el gateo es clasificado como un hito de motricidad gruesa en el desarrollo motor del bebé, la motricidad fina también se ve estimulada con el gateo, ya que brazos y manos también intervienen en estos progresos.

Tipos de gateo

No existe un único modo estándar de gateo. Y todos los estilos de gateo se consideran fisiológicos. Susan K. Patrick propuso en 2012 una clasificación de los distintos patrones de gateo.

A: Gateo típico o cruzado: es el clásico y el que nos viene a la cabeza cuando nos imaginamos a un bebé gateando, con las rodillas y las manos en el suelo, que se van cruzando en la marcha.

B: Gateo de oso: el bebé apoya las manos y los pies en el suelo y flexiona las rodillas sin tocar el suelo.

C: Gateo mezcla paso a paso o rastreador mixto: es una combinación de las formas de gateo típico y de oso

D: Gateo de arrastre o soldado: el bebé gatea con el vientre en contacto con el suelo y los brazos estirados para desplazarse.

E: Gateo sentado o de glúteos: el bebé está sentado y usa la flexión de las piernas para mover el cuerpo hacia delante. Puede también ayudarse de las manos para avanzar.

F: Gateo de remo: el bebé inicia el movimiento sentado sobre una pierna y se balancea hacia adelante con tres extremidades

Dentro de estos tipos pueden existir variaciones según el patrón de movimiento: gateo retrogrado, homólogo, homolateral y heterolateral. Un mismo niño puede adoptar una sola postura de gateo o desarrollar diferentes estilos antes de iniciar la marcha bípeda.

¿Qué pasa si mi hijo no gatea?

No se ha relacionado la falta de gateo con posibles retrasos en el desarrollo psicomotor, pero sí se ha demostrado que el gateo es una base importante para el desarrollo físico e intelectual del niño que marcará beneficios en sus aprendizajes posteriores.

Nunca deberíamos de “ayudar” al bebé a saltarse la etapa de gateo y pasar directamente a la marcha de pie; ya sea dándole la mano o poniéndole en un andador o “taca-taca”, pues si el niño aún no camina es porqué aún no está preparado y estaríamos forzando su musculatura, estructura ósea y postura y ralentizando así el desarrollo psicomotor del pequeño. Cada niño tiene su ritmo y no deberíamos de forzarlo a andar erguidos cuando no estén aún preparados para ello.

Un 7 % de los bebés se saltan la fase de gateo y pasan directamente a intentar caminar. En estos casos, no hay que preocuparse, esto no quiere decir que el bebé no vaya a desarrollarse con total normalidad, pero existen algunas formas de estimular el gateo en casa.

Cómo estimular el gateo

Estimular el gato del bebé para obtener beneficios es una tarea enriquecedora para los padres.

• Practicar el “tummy time” o tiempo boca abajo cuando el bebé está despierto, rodar y jugar en el suelo.
• Coloca los juguetes fuera del alcance del bebé durante el “tummy time” o tiempo boca abajo. Si intentamos que estos juguetes tengan distintas texturas, trabajaremos también su motricidad fina.
• Jugar con una pelota u otro objeto rodante.
• Limitar el tiempo que el bebé pasa sentado ya sea en el coche, el cochecito, la hamaca, etc.
• Prescindir de andadores “taca-taca” y otros artilugios varios que fuerzan al bebé en una posición para la que no está aún preparado.

En conclusión, el gateo es un hito motor muy importante en el desarrollo del primer año del bebé ya que es un ejercicio muy completo, con muchos beneficios y que nos preparará para futuras destrezas. Es importante estimular al bebé para que gatee y respetar sus tiempos sin interferir en el proceso natural de los primeros pasos. En Podoactiva podemos ayudarte. Contacta con tu clínica Podoactiva más cercana a través del 974 231 280 o en info@podoactiva.com.

Aïda Barniol

Podóloga experta en podología infantil