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Enfermedades mentales y cuidado del pie



Pensamos en la salud mental y, en un primer momento, nunca la relacionaríamos con la salud podológica. Aunque las enfermedades mentales y el cuidado del pie no están directamente relacionados, sí pueden estarlo de una forma indirecta, generando problemas a nivel biomecánico o dermatológico, por lo que consideramos de interés subrayar esta relación pensando tanto en los enfermos como en sus cuidadores.

 

¿Qué relación hay entre las enfermedades de salud mental y los pies? ¿Qué podemos hacer para evitar que los pacientes tengan problemas?

 

¿Cómo afectan las enfermedades mentales al cuidado del pie?

 

Enfermedades como la demencia, la depresión o el Alzheimer pueden afectar al pie incrementando la posibilidad de tener problemas en la piel o en las uñas por su falta de cuidado (de forma inconsciente).

 

El pie es una parte del cuerpo que necesita un mantenimiento constante. Así pues, es muy habitual que en el perfil de un paciente con alguna enfermedad mental encontremos desde una mala higiene o mal corte de uñas, hasta una mala elección de calzado (como puede ser en los pies en pacientes con Alzheimer), lo cual puede generar problemas más serios sobre el propio pie y otras estructuras como la rodilla, la cadera y la espalda.

 

Por lo tanto, estas patologías afectan a los pies de dos formas diferentes: a nivel dermatológico y a nivel biomecánico. Por ello, a continuación, se exponen una serie de consejos para mejorar la calidad de vida del paciente evitando lesiones a ambos niveles.

 

Consejos para cuidar la piel de los pies

Si hablamos de problemas dermatológicos, lo más común es que nos encontremos unos pies descuidados (obviamente de una forma totalmente inconsciente), que pueden generar problemas de hongos en los pies o infecciones por falta de higiene, por una mala técnica de cortar las uñas o por no deslaminar determinados callosdurezas y helomas en el podólogo.

 

Si estás al cuidado de un paciente que sufre estos problemas, te dejamos estos 3 consejos fundamentales:

 

  1. Cortar recto de las uñas del pie para evitar que las esquinas se claven en la carne y produzcan una uña incarnada.
  2. Hidratar los pies, si es posible, todas las noches antes de dormir aplicando un masaje. Lo ideal es utilizar cremas específicas que ayudarán a tener la piel más elástica reduciendo el riesgo de lesiones cutáneas.
  3. Acudir al podólogo periódicamente para controlar la salud podológica del paciente y hacer una quiropodia. En el caso de presentar, cualquier tipo de anomalía en la piel o problemas comunes en las uñas es recomendable ir de manera inmediata para que no se agrave el problema.

 

Los problemas en la piel y las uñas de los pies son muy frecuentes en los pacientes que sufren enfermedades mentales y, por lo tanto, estos consejos serán básicos para mantener sus pies sanos.

 

 

Consejos para evitar problemas a nivel biomecánico

 

Si empezamos hablar de los problemas a nivel biomecánico, cabe destacar que en este tipo de enfermedades suele producirse una marcha humana (caminar) con unas características determinadas. Nos encontramos habitualmente con estas 4 peculiaridades:

 

  1. Una disminución de la velocidad del paso, con el consecuente aumento de tiempo de apoyo en cualquier zona de la planta del pie o arrastrar los pies al caminar. Esto hace que, si existe una hiperpresión previa en cualquier zona, al caminar más despacio la sobrecarguemos más todavía.
  2. Una disminución de longitud de paso y de zancada. Esto quiere decir que, para recorrer la misma distancia, este perfil de pacientes debe realizar más pasos que cualquier otro.

3. Una postura de hombros caídos hacia delante debido a la relajación muscular de todo el cuerpo generada por ese estado anímico decaído. Esta tendencia de la postura hacia abajo y hacia dentro se refleja indirectamente en las rodillas y en los pies generando una mayor pronación y empeorando así la pisada que ya tenga carencias en cuanto a la ejecución del paso.

4. Una flexión menor de la rodilla y la cadera lo cual provoca que el pie se acabe arrastrando. Esto sucede en estadios avanzados de determinadas enfermedades mentales y provoca directamente las otras dos alteraciones mencionadas: la disminución de la velocidad por el aumento de fricción de los pies contra el suelo y la disminución de la longitud del paso por la disminución de la velocidad.

 

Las enfermedades mentales afectan a nivel biomecánico a todo nuestro cuerpo ya que la marcha al caminar varía disminuyendo la longitud del paso, la velocidad o arrastrando los pies.

Para prevenir problemas a nivel biomecánico a corto y largo plazo tendremos que atender a las siguientes recomendaciones:

 

  • Usar un calzado de horma ancha para evitar las rozaduras y con suela antideslizante. Además, el cuidador debería revisar el interior de los zapatos por si el paciente lleva alguna piedra o algún elemento que le pueda generar una herida ya que pueden no expresarse con claridad.
  • Si hay alteraciones en la marcha o signos de inestabilidad, es aconsejable realizar un estudio biomecánico de la pisada para valorar la posibilidad de mejorar el apoyo mediante unas plantillas personalizadas Podoactiva.

 

En definitiva, la cabeza y los pies están relacionados y, por ello, queremos hacer especial hincapié en la importancia del cuidado y la salud del pie en este perfil de paciente que puede tener problemas o enfermedades mentales.

Dr. Antonio Gómez Bernal

Podólogo de Podoactiva

Responsable de Podología de la S.D. Huesca

Responsable de Investigación Clínica de Podoactiva

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