Cómo elegir calzado de entretiempo

El verano está a la vuelta de la esquina y con él llega el cambio de armario. Este momento, habitual cuando se ve el final de la primavera, nos genera dudas a la hora de elegir vestimenta y calzado.

Las variaciones climáticas, pasar muchas horas fuera de casa o los primeros viajes hacen que tengamos que prestar especial atención a la salud de nuestros pies.

En este artículo te vamos a ayudar a elegir el calzado de entretiempo más adecuado para cada situación.

Características del calzado de entretiempo

El calzado de entretiempo es un término muy común que se emplea para dar nombre a los zapatos o zapatillas que utilizamos durante la transición entre estaciones del año, especialmente al final de la primavera y el otoño.

En este periodo de tiempo las temperaturas son variables. Por ello, el calzado adecuado nos tiene que proporcionar comodidad y versatilidad para climas suaves, sin ser demasiado cálidos ni demasiado fríos.

Es importante que nos aporte ligereza y transpirabilidad. Pueden ser cerrados, como zapatos o botines, o abiertos, como sandalias o zapatillas de deporte. Algunos ejemplos habituales de calzado de entretiempo son mocasines, bailarinas, zapatillas de lona y zapatos deportivos de tela.

Este tipo de zapatos suelen tener un carácter informal y son ideales para actividades al aire libre o para estar de pie durante períodos prolongados, ya que suelen ser cómodos y flexibles.

¿Cómo afecta la lluvia a nuestros pies?

La lluvia aparece de forma intermitente durante el final de la primavera y puede afectar a nuestros pies de varias maneras, especialmente si no se toman las precauciones adecuadas.

Caminar bajo la lluvia genera una humedad constante que ablanda la piel y puede llegar a provocar rozaduras e infecciones por hongos en los pies. También puede contribuir al mal olor de pies.

Hay que prestar especial atención cuando atravesamos una superficie mojada, ya que puede volverse resbaladiza, lo que aumenta el riesgo de resbalones y caídas. Esto puede resultar en lesiones en los pies, esguinces de tobillo e incluso daños en otras partes del cuerpo.

Aspectos del calzado de entretiempo a tener muy en cuenta

A continuación detallamos varios factores que te ayudarán con la elección del calzado de entretiempo:

1. Comodidad: Es fundamental en cualquier tipo de calzado, pero todavía más en estas épocas del año. El calzado se debe ajustar bien al pie para evitar rozaduras, pero también tiene que ser flexible para poder llevarlo durante todo el día.
2. Transpirabilidad: Las temperaturas pueden variar y los pies pueden sudar más durante periodos de entretiempo. Es importante elegir zapatos con materiales transpirables que permitan el paso del aire y mantengan los pies frescos y secos.
3. Versatilidad: En esta época del año podemos encontrarnos con diferentes situaciones en un mismo día. El clima y las actividades que realizamos influyen en nuestra elección.
4. Protección: Si hay posibilidad de lluvia o humedad, elige opciones resistentes al agua o con suelas antideslizantes para mantener tus pies protegidos y evitar resbalones.
5. Sujeción: El zapato perfecto es aquel que recoge el pie y le da sujeción a la hora de dar el paso, incorpora unos buenos contrafuertes y posee una suela que amortigua cada paso.

Cada persona tiene necesidades y preferencias diferentes para elegir el calzado que más se ajuste a sus circunstancias y prioridades. El tipo de pisada (mayor pronación o supinación) también condicionará esta decisión.

¿Tienes dudas? Visita a un especialista

Visitar al podólogo y realizarse una quiropodia es una buena opción para preparar los pies de cara al verano.  Además, es un especialista con conocimientos clínicos y que nos puede emitir un diagnóstico preciso sobre nuestra forma de pisar.

La oferta de modelos y marcas en el mundo del calzado es muy elevada y en constante renovación. Es por ello que el podólogo nos recomendará las mejores opciones para acertar con esta importante elección.

También es necesario hidratar bien los pies secos, así evitaremos que aparezcan talones secos y con grietas, ampollas u hongos, habituales en esta época del año.