Juanetes. ¿Son hereditarios? ¿Se pueden prevenir? ¿La cirugía es una solución definitiva?

¿QUÉ SON LOS JUANETES?

El “juanete”, técnicamente denominado “Hallux Valgus”, es el engrosamiento de la articulación del primer dedo del pie con una desviación del mismo hacia dentro. Esta patología es la consecuencia de los miles de pasos que una persona ha dado de una determinada forma de pisar, fomentado, en muchas ocasiones, por el uso de tacones y calzado con puntas estrechas.

La principal causa para generarlo es una incorrecta forma de pisar, concretamente en aquellos que tienen una tendencia al pie valgo (es decir, a meter el pie hacia dentro al caminar) o bien tener un pie muy cavo (con mucha curvatura) que genera un exceso de carga en la zona metatarsal.

El síntoma principal es la hinchazón, el enrojecimiento y el dolor cuando el juanete (o la zona cercana) roza con el calzado.

¿LOS JUANETES SE HEREDAN DE PADRES A HIJOS?

Es muy común escuchar expresiones como “camina igual que su padre”. Y suele ser verdad. La forma de pisar se hereda, al igual que otros muchos rasgos físicos (color de ojos, color de pelo, etc.). Esa forma de pisar “heredada” y mantenida durante muchos años puede generar patologías que se podrían haber evitado si se hubiese puesto remedio a tiempo. Uno de los ejemplos más claros son los “juanetes”.

Es bastante habitual ver en la consulta a toda una familia que progresivamente ha ido desarrollando su “juanete”. Hemos visto en algunas familias a la abuela con un “juanete generoso”, a la hija con un “juanete discreto” y la nieta con un “indicio de juanete”.

Vista esta secuencia está claro que el “juanete” debe de tener algo que ver con la genética y que la hija y la nieta van viendo evolucionar su “juanete”. Ahora bien, ni la abuela, ni la hija, ni la nieta nacieron con el juanete.

Lo que realmente se hereda es una forma de pie y una forma de pisar (que si no es adecuada acabará generando el juanete).

Está claro que no podemos influir en la genética (podológicamente hablando), pero no debemos resignarnos a ver como nuestro “juanete” va creciendo. Si la abuela y la hija tienen un juanete, deberíamos ver en consulta a los nietos lo antes posible, ya que seguramente podamos poner remedio a esa “tradición familiar”.

¿SE PUEDE PREVENIR LA APARICIÓN DE UN JUANETE?

Si está claro que el motivo fundamental para desarrollarlo es la sobrecarga que se genera en esa articulación, la prevención vendrá encaminada a detectar esa forma de pisar y eliminar dicha presión. Para disminuir la presión en la zona, y por lo tanto evitar la generación del juanete, podemos:

• Realizar un estudio biomecánico de la marcha en clínicas especializadas. En aquellos niños en los que existen antecedentes familiares de “juanetes”, será fundamental un estudio de la pisada precoz para poder tratarlo a tiempo.
• Uso de plantillas personalizadas, si el especialista lo considera necesario, que modifiquen la alineación del pie y cambien el reparto de cargas en el mismo.
• Evitar el uso de zapatos con tacón elevado. Cada centímetro que elevamos de tacón, aumenta de forma progresiva la sobrecarga que se genera en la zona metatarsal (debajo de los dedos). En el caso de las mujeres, es más habitual sufrir esta patología debido al uso de este calzado.
• No usar puntas estrechas, ya que favorecen a que el primer dedo se deforme hacia dentro.
• Realizar ejercicios descalzos de vez en cuando para potenciar la musculatura del pie y de la pierna, mejorando así el control natural de la pronación (aplanamiento del pie).

TRATAMIENTOS PARA LOS JUANETES

CIRUGÍA

Una vez que el juanete se ha generado, la cirugía es una solución muy eficaz para tratarlo. Existen diferentes técnicas y metodologías, como la cirugía abierta o la cirugía de mínima incisión, por ejemplo. Esta última técnica consiste en la introducción por una pequeña incisión de una fresa (parecida a la que se usa para limar una uña o la que usa el dentista para hacer un empaste). Esa fresa va “comiendo” el hueso en las zonas precisas para conseguir eliminar el bunio (zona engrosada de la articulación y para mejorar la alineación del dedo). Descubre todo sobre esta metodología en nuestro artículo “Cirugía podológica de mínima incisión. Técnica para tratar juanetes y otras patologías y salir andando de consulta”.

Elegir una u otra técnica dependerá del tipo de juanete y de la experiencia del cirujano. Con ambas técnicas se pueden conseguir buenos resultados. Pero, ¿el tratamiento con cirugía es definitivo para los juanetes?

Hay que entender que en la mayor parte de los casos la cirugía no trata la causa sino el resultado (que es el juanete). Si una vez operado no seguimos las recomendaciones del especialista y continuamos pisando igual es muy posible que el juanete vuelva a desarrollarse con el paso de los años.

Algunas técnicas quirúrgicas modifican determinadas estructuras musculares para corregir en cierto modo la carga que soportará el juanete después de la cirugía, pero en la mayor parte de casos es necesario el uso de unas plantillas personalizadas que mejoren el reparto de cargas en el pie para evitar que vuelva a desarrollarse. Ahora bien, no quiere esto decir que la persona intervenida de juanete necesite usar unas plantillas para todas sus actividades. Seguramente con usarlas en aquellas actividades que generan mayor carga (actividad deportiva, paseos largos, etc.) sea suficiente para evitar la futura aparición del juanete.

PLANTILLAS PERSONALIZADAS

En aquellos casos que el paciente no quiere pasar por la intervención quirúrgica, unas plantillas personalizadas bien hechas pueden mejorar en gran medida el dolor del juanete.

Podemos encontrar plantillas casi en cualquier sitio (sobre todo las genéricas en supermercados, tiendas de deporte, etc.), pero es importante entender que una plantilla mal diseñada o fabricada “genéricamente” puede empeorar el problema o provocar una patología distinta (incluso en otras estructuras como la rodilla). Por ello, es fundamental acudir a una clínica especializada para que puedan realizar unas plantillas personalizadas, a partir de un estudio biomecánico.

Además de las plantillas personalizadas, utilizar un calzado correcto (sin tacón pronunciado y puntas estrechas) ayudará a evitar la compresión del pie y la desviación de los dedos.

Si la cirugía no es una opción del paciente, unas plantillas personalizadas son la mejor opción para evitar el dolor y frenar el avance del juanete.

SEPARADORES NOCTURNOS

Hemos de entender que el juanete se genera como respuesta a la carga generada al caminar en la primera articulación metatarsofalángica. Cuando dormimos, la carga que soporta esta articulación es nula. No tiene sentido el uso de determinados “artilugios” que intentan estirar del dedo en dirección contraria para combatir el avance del juanete. El juanete por la noche no avanza. Dicho de otro modo, el juanete por la noche “duerme”. Con el uso de alguno de estos artilugios quizás lo que consigamos sea que quien no duerma sea el paciente.

Los separadores de silicona que a veces recomendamos los podólogos entre el primer y segundo dedo no están orientados a que el juanete no avance (de hecho seguirá avanzando si sólo usamos el separador). Están diseñados para evitar que el roce entre el primer y segundo dedo genere alguna callosidad o lesión por roce.

Lo que va a hacer que el juanete no avance es fundamentalmente dar un correcto soporte y alineación a la bóveda plantar, disminuyendo la carga en la zona del juanete y eso se conseguirá con unas plantillas personalizadas para el tipo de pie, forma de pisar y peso del paciente.

En Podoactiva podemos ayudarte. Consulta tu clínica Podoactiva más cercana AQUÍ o contáctanos en el 974 231 280 o a través de info@podoactiva.com.

VICTOR ALFARO SANTAFE

Director general Podoactiva

Responsable Podología Sanitas-Real Madrid