Recomendaciones de calzado infantil para la vuelta al cole

Desde que los niños empiezan a caminar solos el calzado se convierte en un elemento importante que influye en su desarrollo físico. Por eso, es clave elegir un zapato adecuado a sus características y edad.

Con la vuelta al cole, después de un periodo de tiempo donde el pie de los niños ha experimentado un crecimiento con mayor libertad, también volvemos al calzado cerrado. En este artículo te contamos algunos consejos para acertar con la elección.

¿Por qué es importante elegir bien el calzado infantil?

Escoger la talla de zapato correcta, tanto para niños como para adultos, es muy importante. Acertar en la talla del calzado infantil puede resultar difícil, pero saber si el zapato ha quedado pequeño también puede resultar una tarea complicada.

Los niños crecen muy rápido y, en cuanto nos descuidamos, el zapato les queda justo o incluso pequeño. Es importante estar atentos para que esto no suceda y sufran molestias en su pisada.

• Un calzado inadecuado puede provocar problemas en los pies de los niños como ampollas, esguinces, uñas incarnadas, etc.
• Puede afectar a la postura y al equilibrio de los niños, causando dolores de espalda, rodillas o caderas, torpeza al caminar y caídas frecuentes.
• Un calzado adecuado favorece el crecimiento y el desarrollo normal de los pies de los niños, que son una parte esencial de su movilidad y su autonomía. Contribuye al bienestar y la comodidad de los niños, evitando molestias, rozaduras o heridas.
• El calzado puede prevenir accidentes o lesiones al caminar, correr o jugar, ya que proporciona una mayor estabilidad, seguridad y agarre.

Recomendaciones de calzado infantil

Estos son los aspectos en los que es recomendable fijarse a la hora de escoger el calzado de los más pequeños.

Adaptación

Es muy importante que le pie tenga el espacio suficiente para desarrollarse con normalidad, especialmente durante los primeros años de vida ya que el pie está en constante crecimiento.

El calzado debe permitir al niño moverse y jugar libremente para facilitar su desarrollo fisiológico y coordinación.

Flexibilidad

La flexibilidad es uno de los aspectos más importante a tener en cuenta en el calzado infantil. Con una flexibilidad correcta conseguimos que el pie del niño tenga más capacidad de generar propiocepción y desarrolle sus estímulos.

La flexibilidad en el calzado también nos permite que los pies de los niños se adapten a su entorno y al terreno en el que caminan o juegan.

La suela

Es recomendable que la suela no sea muy gruesa. Si la suela es gruesa, sobre todo en la parte del talón, aislaremos al niño del suelo, lo que puede provocar un acortamiento de las estructuras como el tendón de Aquiles y la musculatura de detrás de la pierna.

Es una parte del calzado crucial que tiene un impacto significativo en la comodidad, seguridad y funcionalidad de los zapatos para niños. Debemos prestar atención a su material, amortiguación y flexibilidad.

La torsión

Los pies de los niños están en constante desarrollo y la torsión del calzado nos ve a permitir que estructuras como los músculos, tendones y huesos del pie se desarrollen adecuadamente al permitir un movimiento natural.

Un calzado demasiado rígido puede restringir el desarrollo saludable del pie.

La zona de la puntera

En los dedos necesitamos que el calzado del niño permita total libertad. Es importante evitar la compresión lateral y dorsal para que los pies se puedan desarrollar de forma fisiológica.

Si al quitar el zapato la zona de los dedos aparece más desgastada o sus dedos tienen marcas, significa que el calzado le queda justo. Un calzado pequeño puede dar lugar a que las uñas de los dedos se curven hacia arriba o aparezcan los dedos en garra.

Pie descalzo

Es importante simular el concepto de “pie descalzo”. Un calzado que no interfiera en el desarrollo del pie nos va a permitir tener una percepción adecuada del entorno y medio.

Es muy importante tener en cuenta estas claves a la hora de elegir el calzado de los más pequeños. De esta forma, podemos evitar patologías mencionadas anteriormente como la uña incarnada, torsiones, esguinces, etc.

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