Los pies en el embarazo. Cambios, problemas y cuidados
15 Jul 2024Durante los 9 meses de embarazo el cuerpo de la mujer se prepara para poder albergar en su útero al bebé, sufriendo además numerosas transformaciones que, de manera directa, afectan a todo el aparato locomotor, especialmente, a la región de caderas y sacro-lumbar. Los pies en el embarazo, sufren directa o indirectamente, muchos de estos cambios.
Deben adaptarse a cambios tales como:
- Aumento de peso
- Dificultad de poder acceder a ellos de manera autónoma para el cuidado e higiene de los mismos.
- Déficit del retorno vascular.
- Cambios hormonales que pueden afectar principalmente a la sudoración.
En este artículo analizamos cómo evitar, prevenir y mejorar la situación de los pies en el embarazo.
Problemas comunes de los pies en el embarazo
Los pies son una de las partes que más pueden sufrir en el embarazo. Por este motivo, hay que seguir una serie de recomendaciones para evitar, en la medida de lo posible, estas dolencias.
En primer lugar, cabe comentar que las afecciones que vamos a describir no siempre se presentan, pero si son las más comunes en casi todos los embarazos:
1. Dolor plantar
Los cambios de peso y del centro de gravedad suelen ser la primera causa de dolor en la planta del pie de la embarazada. Las caderas comienzan a rotarse y a abrirse, de este modo la superficie del apoyo varía generando una mayor presión en los talones, que obliga a caminar de una forma diferente generando molestias nuevas.
Es muy importante tratar este problema a tiempo ya que podría convertirse en un dolor crónico con el consiguiente trastorno biomecánico para la paciente.
2. Pies hinchados en el embarazo
Uno de los problemas más frecuentes en el periodo de gestación es la hinchazón de pies. ¿Por qué se hinchan los pies en el embarazo? Esta afección puede estar producida por una mayor retención de líquidos, un problema aumenta en épocas de calor o al estar mucho tiempo en una misma posición. Otra causa puede ser el aumento de la hormona conocida como relaxina.
Por ello, a finales del segundo trimestre, la mujer embarazada empieza a tener edemas a nivel de la región del pie y tobillo. Cabe destacar que, tras el parto, los pies y tobillos pueden seguir hinchados. Esto es algo normal y, poco a poco, irá desapareciendo.
3. Uña incarnada
La uña incarnada u onicocriptosis más que un síntoma es una consecuencia del punto anterior, ya que la hinchazón provoca que la retención e inflamación del pie pueda generar que la uña se incarne en el contorno. Si sucede esto es muy importante acudir al podólogo para evitar que el problema se agrave.
4. Hiperhidrosis y olor de pies
El exceso de sudoración o hiperhidrosis en el embarazo es causado por los desequilibrios hormonales que provocan una incorrecta regulación de la humedad en el pie, la mala circulación en las piernas que provoca un aumento de temperatura corporal y la retención de líquidos, hacen que los pies suden más.
5. Pies secos y agrietados
En el embarazo podemos ver la piel más seca de lo habitual. Esto sucede por la pérdida de fluidos corporales ya que el bebé necesita hidratarse. No debemos dejar que nuestra piel se seque tanto como para que se formen grietas y si ya sufrimos esta lesión, será muy importante visitar a un podólogo e hidratarse bien la zona.
Cabe destacar que, en invierno, este problema aumenta, ya que los pies fríos sufren más sequedad.
6. ¿Los pies crecen en el embarazo?
La respuesta es SÍ. La mayoría de las mujeres, en las diferentes etapas de la gestación, sufren cambios como un ensanchamiento y aplanamiento del pie lo que conlleva a un ligero aumento de la talla en el calzado.
Hay que destacar que el aumento de la talla del pie no se debe a un crecimiento óseo, sino de las partes blandas del pie. Estos cambios se producen principalmente por la relaxina, una hormona que se segrega durante el embarazo y que afecta a los ligamentos del cuerpo. Su función principal es relajar los ligamentos de las articulaciones, sobre todo, de la pelvis para favorecer la salida del bebé en el parto.
Aunque a veces el cambio es permanente, en la mayoría de las ocasiones se recupera el tamaño original con el paso de los meses, ya que la madre poco a poco va volviendo a la normalidad.
¿Cómo puedo evitar problemas en los pies en el embarazo?
Cuidar nuestros pies es cuidar nuestra salud, pero tenemos que prestarles aún más atención durante los 9 meses de embarazo. Por este motivo, a continuación, exponemos algunos consejos que conviene seguir durante esta etapa:
- Lávate los pies todos los días y sécalos muy bien, sobre todo, entre los dedos.
- Es recomendable darse duchas de contraste de agua fría y agua caliente. También es positivo optar por baños con agua templada y sal.
- Evita estar mucho tiempo en la misma posición tanto de pie como sentada y, siempre que puedas, intenta tener los pies en alto. Con esto mejorará la retención de líquidos y, por ende, descenderá la hinchazón de pies y tobillos.
- Muévete y aléjate del sedentarismo. Lo ideal es practicar ejercicio ligero y pasear para mejorar la circulación sanguínea.
- Controla tu dieta ya que el peso es uno de los factores que más afectan a nuestros pies y a la salud del bebé.
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- Escoge el tipo de calzado más adecuado, apostando por la comodidad antes que por la estética. Es importante que sea amplio, con contrafuerte para una mayor sujeción del tobillo y con apoyo en el arco plantar.
- Hidrata tus pies con cremas podológicas para evitar la sequedad y las grietas en los talones. La hidratación tópica es fundamental para tener unos pies sanos en el embarazo.
- Masajéate los pies y las piernas para favorecer la circulación. Si no puedes hacerlo de manera autónoma, pide ayuda.
- Evita exponerte mucho tiempo al solo a una fuente de calor directa como son radiadores y estufas.
- Acude a un especialista para realizarte un estudio biomecánico de la pisada. De esta manera, en la plataforma de presiones, se podrá observar que partes están sobrecargadas y, con un tratamiento de plantillas personalizadas (si son necesarias), se equipararán las cargas. Así, evitas que el dolor pueda viajar hacia la región posterior de las piernas o la región lumbar.
Siguiendo estas recomendaciones básicas se podrán evitar los problemas en los pies durante el embarazo. No obstante, si tienes cualquier tipo de dolencia, no dudes en acudir al podólogo. El especialista es quien mejor podrá aconsejarte y podrá solucionar o mejorar el problema para lograr unos pies sanos en el embarazo.
Ejercicios para aliviar el dolor de pies
Acudir al podólogo siempre debe ser la primera opción si se tiene alguna molestia en los pies, pero es interesante detallar 4 ejercicios para practicar en casa que aportan movilidad y estiran las estructuras del pie mejorando las dolencias. Estos son:
- Rodar una pelota en el suelo. Si esta tiene relieve o irregularidades se facilita el masaje de la zona.
- Intentar coger un paño con los dedos.
- Ejercicios de flexión y extensión de tobillo.
- Movimientos de rotación del pie.
Estas pequeñas actividades, al igual que practicar deporte sin realizar grandes esfuerzos, mejorarán el estado de tus pies y tobillos.
Los ejercicios deben hacerse sentados y en una posición cómoda. El tiempo que estés sentada, intenta mantener las piernas en alto para mejorar la circulación.
En definitiva, el embarazo afecta a nuestros pies de diferentes formas. Por este motivo, hay que cuidarlos y prestarles atención para intentar evitar los problemas expuestos. Seguir esta serie de consejos no solo beneficia a la salud de tus pies, sino que favorece a la salud de tu cuerpo. No obstante, ante cualquier duda o problema, acude a un especialista ya que son 9 meses en los que hay que tener especial cuidado.
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Cristina Meneses
Podóloga de Podoactiva