Placa plantar. Qué es y lesiones habituales

Entre las diversas estructuras que componen el pie, la placa plantar juega un papel crucial en la estabilidad, el equilibrio y la distribución del peso corporal. Esta estructura, a menudo pasada por alto, es esencial para prevenir lesiones y asegurar el correcto funcionamiento del pie. Su integridad es vital tanto para aquellos que llevan una vida activa como para quienes buscan mantener la salud y el bienestar de sus extremidades inferiores.

¿Qué es la placa plantar?

La placa plantar es una estructura fibrocartilaginosa localizada en el pie, concretamente en los dedos. Forma parte de la articulación metatarsofalángica en su región inferior y su función es dar estabilidad a la articulación. Sus inserciones van a nivel proximal desde el cuello del metatarsiano hasta la base de la falange proximal a nivel distal.

La función de la placa plantar depende de estructuras cercanas, como la fascia plantar que le da estabilidad anteroposterior, el ligamento intermetatarsiano transverso que evita desplazamientos laterales y sus conexiones con los ligamentos colaterales.

Es decir, una de sus principales funciones es estabilizar la articulación cuando se realiza una extensión de los dedos. Además, evita que la articulación se luxe cuando se realiza la marcha o la carrera. Biomecánicamente recibe constantes fuerzas de compresión de la cabeza del metatarsiano cada vez que se realiza un paso. La inestabilidad progresiva de esta articulación puede deberse a varios tipos de desgarros en la placa plantar.

Causas lesión en la placa plantar

La lesión de la placa plantar puede tener varias causas, siendo una de las más comunes la sobrecarga repetida. Cuando la placa plantar soporta una carga excesiva que supera su capacidad de resistencia, puede sufrir una lesión o incluso romperse.

Este tipo de sobrecarga mecánica suele ocurrir en el segundo o tercer radio del pie, a menudo debido a una insuficiencia del primer radio. Esta situación es común en pacientes con juanete o hallux valgus, donde la deformidad provoca una transferencia de fuerza mecánica al segundo dedo, lo que con el tiempo puede llevar a una lesión de la placa plantar.

Además, alteraciones en el segundo metatarsiano, como un hueso más largo o con mayor inclinación, pueden biomecánicamente sobrecargar las estructuras articulares. Esta condición prolongada puede también resultar en una lesión de la placa plantar, debilitando su integridad y funcionalidad, dando resultado al síndrome de predislocación.

Otra causa frecuente de lesión de la placa plantar es el traumatismo directo sobre el dedo, un mecanismo particularmente común en el primer dedo, especialmente entre los deportistas y por el uso de zapato de tacón. Este tipo de lesión, conocida como “turftoe,” ocurre cuando hay un impacto directo que sobrecarga la placa plantar, generando daños significativos y afectando la movilidad y estabilidad del dedo afectado.

Síntomas de lesión

Los pacientes con lesión de la placa plantar presentan dos síntomas principales. El primero es el dolor en la zona metatarsal del pie, sobre las cabezas de los metatarsianos, especialmente a nivel del segundo, conocido como metatarsalgia. Este dolor es muy severo en las fases iniciales de la lesión, pero tiende a mejorar cuando la placa se rompe completamente. El dolor se manifiesta al caminar. Este tipo de dolor puede ser similar al del neuroma de Morton, aunque este último este se localiza a nivel del tercer o cuarto metatarsiano.

El segundo problema es la deformidad del dedo. Cuando la placa plantar se lesiona y rompe, se pierde su función estabilizadora en la articulación metatarsofalángica, lo que provoca que el dedo del pie se eleve o se desvíe. Esto puede resultar en una deformidad conocida como dedo en garra o dedo en martillo.

Tratamientos para la rotura de placa plantar

La resonancia magnética es útil para confirmar la lesión, especialmente en etapas más avanzadas cuando la placa se ha roto. En fases iniciales, cuando el dolor es debido a una sobrecarga, la resonancia puede no mostrar anomalías.

La lesión de la placa plantar se trata inicialmente con métodos conservadores. Se recomienda utilizar zapatos anchos y con suela blanda para reducir la presión en cada pisada, así como plantillas personalizadas Podoactiva con descarga metatarsal para aliviar la presión en las cabezas de los metatarsianos.

Si no se observa mejora con este tratamiento inicial, se puede considerar una infiltración articular para aliviar el dolor. En los casos más severos que no responden al tratamiento conservador, se recomienda la cirugía. Existen diversas técnicas para tratar la placa plantar, pero actualmente se recomienda realizar una osteotomía de Weil en el metatarsiano afectado y en el adyacente. Esta técnica logra una mejora significativa del dolor a nivel metatarsal y corrige la deformidad del dedo, aunque no siempre corrige completamente la elevación del dedo.

La reparación de la placa plantar con puntos o anclajes puede ser una opción viable para pacientes con lesión aguda de la placa. Sin embargo, existen dudas respecto a su eficacia en casos crónicos. Estudios comparativos entre la reparación de la placa y no repararla no han demostrado una diferencia significativa en cuanto a la efectividad de la reparación como mejor técnica.

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