Braquimetatarsia: Qué es, causas y consecuencias

Además de las lesiones más frecuentes del pie y de todas las afecciones que pueden sufrirse en los pies por causas externas, tales como la hiperqueratosis, el espolón calcáneo los hongos, los papilomas en el pie, etc., también es posible sufrir algunas enfermedades o malformaciones de origen genético. Una de las más frecuentes es la braquimetatarsia.

Si quieres saber en qué consiste esta patología, no dudes en seguir leyendo este artículo en el que vamos a explicarte con detalle qué es, cuáles son las causas y qué puede suceder si no se trata.

¿Qué es la braquimetatarsia?

Aunque el tamaño de los dedos de los pies puede variar ligeramente de persona a persona y esto no supone un problema grave, la braquimetatarsia es una afección genética que causa una malformación en uno o más metatarsianos. Se caracteriza por un acortamiento significativo y, en ocasiones, otras malformaciones de los dedos del pie.

Como puedes comprobar en la siguiente fotografía de los pies de una madre y de una hija, la braquimetatarsia, transmitida genéticamente, ha causado que algunos de sus dedos tengan un tamaño mucho más reducido que el resto.

Cuando se produce esta deformación, el dedo o los dedos afectados, pierden su funcionalidad. Al haber un metatarsiano que no es funcional, el resto de metatarsos funcionales tienen que soportar más carga del peso del cuerpo, tanto estática como dinámicamente. Esto puede afectar a la comodidad a la hora de andar y de permanecer de pie, además de generar dolor en los pies y otras complicaciones.

¿Qué causa la braquimetatarsia?

La braquimetatarsia es de carácter hereditario, transmitida a través de los genes y puede afectar tanto a manos como pies. También es posible que aparezca como resultado de un traumatismo en esa zona en algún momento del desarrollo de los pies.

Esta patología se produce por un cierre prematuro del cartílago de crecimiento, provocando la anomalía anatómica. Por lo general, es el cuarto metatarso el que se ve más afectado, aunque no siempre es así y, como ya hemos mencionado, es posible que afecte a más de un dedo a la vez.

Síntomas y complicaciones de la braquimetatarsia

Esta patología, aunque tiene un componente claramente estético, va mucho más allá de una mera discordancia con lo que se pueda considerar un pie bonito. Si no acude a consulta para valorar el mejor tratamiento a tiempo con un profesional de la podología, se pueden llegar a desarrollar varias complicaciones biomecánicas y funcionales de los pies.

Además de los dedos visualmente afectados por la braquimetatarsia, se pueden apreciar otros síntomas y complicaciones:

• Metatarsalgia: Debido a que la forma de apoyar el pie en la parte anterior se ve afectada por la ausencia de uno de los metatarsos, una persona afectada puede desarrollar metatarsalgia, es decir, dolor en la planta del pie en el inicio de los dedos que se hace más agudo cuando se camina o se corre.
• Juanetes: La deformación suele afectar a la forma de pisar y causar el engrosamiento y desviación de la articulación que se conoce comúnmente como “juanetes”.
• Dolor al moverse: Practicar deportes como el running, trekking, fútbol o atletismo se vuelve doloroso. Dependiendo de la gravedad de la deformación, puede ser un problema también para, simplemente, caminar con normalidad.
• Aparición de molestias varias: El roce del calzado y el apoyo deficiente del dedo o los dedos que sufren la malformación, puede producir callosidades y rozaduras que afectan a la vida diaria.
• Descompensación de carga: El apoyo extra que deben hacer los demás dedos del pie afecta a la pisada y, por extensión, puede causar problemas en piernas, rodillas, caderas e incluso espalda. Hacer un estudio biomecánico de la pisada puede ser de gran utilidad para determinar el “daño” que está causando la braquimetatarsia.

¿Cómo se cura la braquimetatarsia?

Diagnosticar una braquimetatarsia es muy sencillo ya que los síntomas más relevantes son externos y visualmente apreciables a simple vista.

Existen técnicas quirúrgicas para el alargamiento del metatarsiano que pueden ayudar a reestablecer el correcto apoyo del antepié y aliviar así la gran mayoría de las consecuencias de la malformación. La intervención quirúrgica es el tratamiento más definitivo y permite redistribuir las cargas que soporta toda la zona.

No obstante, la mayoría de los pacientes con esta malformación prefieren dejar la opción quirúrgica como último recurso, y optan primero por un tratamiento con plantillas personalizadas.

Las plantillas están enfocadas a proporcionar un mayor confort, disminuir el dolor y reestablecer las cargas del antepié sin tener que recurrir a una intervención quirúrgica que requerirá un tiempo de recuperación y rehabilitación que quizá no es necesario si con las plantillas se puede mitigar el problema.

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