¿Talones agrietados y secos? Causas, consejos y solución definitiva

La piel es una barrera que nos protege frente a microorganismos externos impidiendo su entrada. Por este motivo, es importante mantenerla hidratada y cuidada para evitar que pierda su continuidad y elasticidad. La piel de los pies es tan importante como la de otras zonas, pero la cuidamos mucho menos dando lugar a afecciones como los talones agrietados o secos.

En la piel de los pies tenemos un mayor número de células adiposas que en el resto del cuerpo. Este espesor permite amortiguar el continuo roce al caminar, llegando a ser 50 veces más gruesa que la piel de la mejilla. Además, al ser pobre en sustancias grasas no cumple correctamente su función hidratante.

¿Qué son los talones agrietados?

Los talones agrietados son una alteración de la dermis que se produce cuando la piel de los pies está tan seca y dura que se empieza a desgarrar o fracturar de manera perpendicular. Debido a esta falta de hidratación y a la pérdida de elasticidad en la piel, aparecen grietas que pueden venir acompañadas de dolor y, en ocasiones, de sangrado.

Síntomas de talones agrietados

Los talones son una de las zonas del cuerpo que mayor presión soporta y están sometidos a una fricción considerable. La falta de hidratación puede presentarse de diversas maneras. Algunos de los síntomas que nos lo indican son los siguientes:

• Descamación.
• Picor.
• Enrojecimiento.
• Rugosidad y grietas (en los casos más extremos).

Causas y factores que influyen en la piel de nuestros pies

La piel seca se puede encontrar en cualquier parte de nuestro cuerpo, pero la piel del pie está más expuesta a sufrir sequedad debido a múltiples factores que detallamos a continuación:

1. Enfermedades y tratamientos

Las personas con pie diabético pueden ver afectado el estado de su piel. La diabetes disminuye la humedad y provoca la deshidratación. Los pacientes que sufren problemas circulatorios son propensos a sufrir alteraciones en los pies, por lo que deberán prestar más atención al cuidado de esta zona.

Los medicamentos o tratamientos como la diálisis, la quimioterapia o la radioterapia también pueden provocar efectos secundarios en la piel como la deshidratación.

2. Tipo de calzado

La piel se seca más en las zonas del pie que soportan más presión, normalmente los talones. La sequedad en la piel puede aumentar según el tipo de suela que utilicemos, su amortiguación o el uso frecuente de sandalias descubiertas por el talón.

Es aconsejable utilizar un calzado amplio, libre de costuras y evitar el uso de tacones, limitándolo a un máximo de 3 centímetros de altura para que los puntos de máxima presión no provoquen sequedad de la piel. Además, lo ideal es que el calzado tenga buena sujeción en el talón.

3. Buenos hábitos de higiene

Los buenos hábitos sobre higiene también son fundamentales para evitar los talones agrietados y secos:

• Evitar el agua muy caliente y baños de larga duración. No es recomendable utilizar agua muy caliente para lavarse los pies y darse baños de larga duración, puesto que pueden ayudar a eliminar la hidratación natural de la piel. Es recomendable que los baños no excedan de los 10 minutos para no afectar a los lípidos naturales.
• Ducharse después de la piscina o la playa. Los baños en la playa o en la piscina resecan la piel del cuerpo. Es conveniente darse una ducha después de cada baño para eliminar los restos de sal o cloro y, al llegar a casa, debemos utilizar siempre esponjas suaves y jabones neutros, ya que son menos agresivos.
• Utilizar jabones y cremas con principios activos naturales. Para el cuidado diario de la piel debemos utilizar productos adecuados como jabones y cremas podológicas con principios activos naturales. Además, es mejor evitar los componentes que puedan causar irritación como colorantes químicos o perfumes.

4. Alimentación saludable y dieta rica en líquidos

La alimentación es muy importante para el correcto funcionamiento del organismo en general. Es fundamental prestar atención a las siguientes recomendaciones:

• Beber entre 1,5l o 2l de agua al día. Este hábito, recomendable durante todo el año, cobra mayor importancia en verano. Nuestro organismo necesita más agua en esta época del año por el exceso de sudoración y la pérdida de una mayor cantidad de líquidos. También es beneficioso tomar zumos naturales de frutas o infusiones.
• Alimentos con mayor índice de agua. En la época estival debemos incluir en nuestra dieta alimentos con un mayor índice de agua y sales minerales que ayudan a reponer líquidos, mantener hidratado el organismo y favorece una piel saludable. Es aconsejable optar siempre por frutas y hortalizas de temporada (lechuga, zanahoria, tomate, pepino, sandía, melón, uvas, etc.).

5. Proteger los pies del sol

La piel de los pies está protegida durante todo el invierno por el calzado cerrado, pero en verano sufre más por la exposición a los rayos solares y la radiación ultravioleta.

Para evitar la pérdida de hidratación es aconsejable no alargar más de 30 minutos la exposición al sol y, por supuesto, utilizar también en los pies la crema solar de uso corporal. También es importante evitar los momentos del día de mayor radiación, entre las 12 y las 16 horas.

6. Fumar daña la piel

El tabaco también es negativo para la piel. La nicotina reseca la piel, ya que provoca la reducción del flujo sanguíneo y la falta de nutrientes y oxígeno.

Consejos para evitar los talones agrietados

Las grietas en los talones, además de ser incómodas y dolorosas, son una vía de entrada para microorganismos que pueden causarnos infecciones. Estos tres consejos son esenciales para evitar este tipo de problema:

1. Visitar a un especialista

Es recomendable visitar a un podólogo para que determine el grado de sequedad o infección del pie, y ponga en marcha el tratamiento adecuado. En ocasiones, una quiropodia puede ser la solución. Además, lo ideal sería acudir a revisión periódicamente para evitar este tipo de molestias.

2. Calzado adecuado

Como ya hemos comentado en el apartado anterior, es fundamental llevar un calzado adecuado que no comprima el talón y evite su desplazamiento en el interior del zapato. Así, evitaremos las lesiones cutáneas.

3. Hidratación

Utilizar cremas específicas para los pies es clave para mantenerlos 100% saludables. En el siguiente punto te contamos cómo una crema podológica puede ser la solución definitiva a los talones agrietados. Salvo por prescripción, no se debe usar una crema hidratante para los pies con una concentración de urea superior al 20%.

Tratamiento en 7 días con la crema U20 Podoactiva

La hidratación es esencial para preservar la piel de nuestros pies. Por ello, en Podoactiva contamos con una solución efectiva -con años de uso- que recomendamos a nuestros pacientes para recuperar la elasticidad y suavidad en apenas 7 días.

La crema U20 Podoactiva está elaborada sin parabenos y con productos naturales como la manteca de karité y el aceite de pepita de uva. Además, la urea es uno de los pocos ingredientes del mercado que aporta una hidratación profunda.

Para que el tratamiento sea efectivo es recomendable aplicar la crema todos los días durante una semana antes de ir a dormir. Hay que evitar poner crema entre los dedos y no cubrirlos con un calcetín hasta su total absorción, ya que el sudor de la zona provocará un exceso de humedad.

Cuando los pies y talones estén reparados (después de la primera semana) se puede usar la crema en días alternos o según la sequedad.

En definitiva, cuidar la salud de nuestros pies es cuidar los cimientos que soportan todo nuestro cuerpo.

Ana Carbó

Podóloga de Podoactiva