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¿Usas el mismo par de zapatos o zapatillas todos los días? 4 Razones para no utilizar diariamente el mismo calzado



La gran mayoría (por no decir todos) tenemos un par de zapatillas o zapatos que nos gusta llevar casi todos los días, ya sea porque son los más cómodos, los más bonitos, combinan con todo o simplemente porque son nuestros preferidos. Pero…

¿es bueno utilizar el mismo calzado casi todos los días del año?

 

La respuesta es NO. En este artículo exponemos 4 razones por las que debemos evitar utilizar diariamente, o varios días seguidos, el mismo calzado.

 

 

4 RAZONES PARA NO UTILIZAR A DIARIO LOS MISMOS ZAPATOS

1. HIGIENE

Si siempre llevamos el mismo calzado, no dejamos que se airee su interior y, por ello, la humedad y sudor pueden provocar la aparición hongos.

 

Los zapatos cerrados son un entorno idóneo para la proliferación de hongos y bacterias, y por lo tanto del mal olor.

 

Si quieres saber más sobre esta patología, puedes consultar nuestro artículo “Hongos e infecciones en la piel de los pies. ¿Cuáles son los más frecuentes?”.

 

 

2. EL ZAPATO SE DEFORMA Y SE DESGASTA

Si se utilizan unos zapatos o zapatillas todos los días es normal que terminen deformándose y desgástandose antes por las mismas zonas, sobre todo, en el interior y en la suela. Este deterioro implica que comencemos a pisar de forma incorrecta y que los pies empiecen a sufrir dolores o patologías (además de otras estructuras como rodilla, cadera o espalda).

 

Cuanto más los usemos, más se desgastarán y antes perderán sus funciones y vida útil para nuestros pies.

 

 

 

3. DOLOR DE PIES Y/O LESIONES

Hay determinados tipos de calzado que provocan dolor de pies si se abusa de ellos. Un ejemplo claro son los zapatos de tacón o las chancletas en verano. Por sus características (altura de tacón o suela fina y falta de sujeción) estos dos ejemplos de calzado pueden provocar dolores y patologías como fascitis plantar, esguinces, callosidades, etc.

 

Si hablamos del calzado en el mundo deportivo, se incrementa mucho más la posibilidad de lesionarnos. Es decir, si todos los días utilizas las mismas zapatillas para realizar una actividad deportiva, estas se deformarán mucho antes, dejarán de proteger el pie y los materiales dejarán de cumplir su función, por ejemplo, la amortiguación si hablamos de running o los tacos si hablamos de fútbol, entre otros.

 

No es aconsejable utilizar siempre las mismas zapatillas para practicar deporte ni llevar todos los días los mismos zapatos.

 

 

 

Además, si acostumbramos diariamente los pies a unas determinadas características de un calzado (horma concreta, materiales específicos, unos centímetros de tacón, drop, etc.) cuando pasemos a otro modelo notaremos mucho más esta variación de elementos, derivando en posibles dolores o lesiones.

 

4. ZAPATOS PARA CADA ÉPOCA DEL AÑO

Al igual que sucede con la ropa, es recomendable adecuar nuestro calzado a la época del año en la que estemos. Lo ideal es utilizar un tipo de zapato para cada estación, sobre todo, para invierno y verano, épocas caracterizadas por unas temperaturas más extremas.

 

Cambiar de calzado durante el año evitará problemas de traspiración, hongos, rozaduras, sabañones, etc. entre otras patologías.

 

En invierno, aconsejamos llevar un calzado con una suela de mayor grosor para evitar que pase el frio y que sea antideslizante para prevenir caídas por las lluvias o nieve, entre otras características.

 

En la época estival apostamos por el calzado abierto. Si llevamos sandalias es importante que estén bien sujetas al tobillo para que no se desplace el pie en cada paso y evite también problemas por fricción. Las chancletas solo están recomendadas en verano para su uso en piscinas, duchas o vestuarios, con el objetivo de prevenir contagios de hongos en aguas estancadas. Las chanclas actúan como una barrera protectora. No se debe abusar de ellas para caminar trayectos largos ni en el día a día. Te recomendamos la lectura del post “Cambio de estación, cambio de calzado. Consejos para cuidar tus pies en verano” donde aparecen todas las claves para hacerlo de manera correcta.

 

Es importante hacer un cambio progresivo de calzado cuando cambiamos de estación para que los pies se vayan acostumbrando, evitando así daños como durezas, callosidades, ampollas, etc.

 

 

Entonces… ¿Cuál es la SOLUCIÓN para evitar lesiones por llevar siempre el mismo calzado?

 

La solución es muy sencilla, no debemos acostumbrar nuestros pies a un solo calzado, hay que saber combinarlos y dejarlos descansar, por lo menos un día para que se aireen y no se deformen.

Si se practica algún deporte, hay que usar un calzado adecuado para dicha actividad. Como en todo en la vida, abusar de algo no es bueno, por ello, no cometas este error por mucho que sean tus zapatos favoritos.

 

En nuestro día a día no nos guiaremos por gustos o por costumbre, alternaremos los diferentes zapatos y zapatillas que tenemos según la ocasión y época del año.

 

 

¿Sufres algún tipo de lesión a causa del calzado? En Podoactiva podemos ayudarte. Consulta tu clínica Podoactiva más cercana AQUÍ o contáctanos en el 974 231 280 o a través de info@podoactiva.com.

CLÍNICA PODOACTIVA SAGASTA

Alejandro Adrada

Sofía Laseo

Laura Marín

Carlos Martín

Almudena Sánchez

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