Papilomas en el pie o verrugas plantares: Qué son y cómo tratarlas
22 Feb 2023Los papilomas en el pie, más conocidos como verrugas plantares, son una patología bastante común entre la población. En algunas ocasiones, por falta de información, esta lesión en la piel puede confundirse con otras patologías como un heloma plantar o los callos en los pies. A diferencia de los helomas o callos, las verrugas plantares son una infección vírica, no son un engrosamiento de la piel producido por el roce o la fricción.
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¿Qué son los papilomas en el pie o verrugas plantares?
Las verrugas en los pies son una infección vírica causada por el virus del papiloma humano o VPH. Se aloja en las dos primeras capas de la piel (epidermis y dermis), pero nunca llega a capas más profundas. El nombre de “papiloma” se asigna a las infecciones víricas causadas por esta cepa, pero en el ámbito podológico el nombre que debemos usar es “verruga plantar”.
Imagen detalle de una verruga en la piel del pie
Su apariencia es parecida a una coliflor (existiendo diferentes tamaños, debido a la extensión de la lesión y la antigüedad de la misma) en la cual aparecen normalmente puntos negros (vascularización del virus) que al deslaminar produce un sangrado. Suele producir dolor al pellizcar en vez de a la presión. No obstante, cuando la verruga plantar está recubierta por una capa de queratina, puede molestar al presionar la zona.
Hay que diferenciar entre las verrugas plantares únicas, verrugas plantares localizadas preferentemente en zonas de presión y las verrugas plantares en mosaico, que no son tan profundas como las anteriores y suelen tener una lesión más grande que se considera la principal.
¿Por qué se producen los papilomas en el pie o las verrugas plantares?
Las verrugas en los pies se producen por contagio directo cuando el pie, a través de heridas o grietas, entra en contacto con el virus. Tienen un periodo de incubación de 1 a 6 meses aproximadamente. La humedad, el calor (en los meses de verano), un sistema inmunológico débil o la falta de higiene son algunos aspectos que potencian la acción del virus.
Tratamiento de la verruga plantar
Para las verrugas en los pies se han descrito numerosas formas de tratamiento, pero, en general, todas tienen el mismo objetivo: ahondar hasta resecar por completo la lesión. A continuación exponemos algunos de ellos:
1. Quemaduras químicas para acabar con los papilomas en el pie
Mediante ácidos (nítrico, salicílico, láctico…) en diferentes concentraciones y dejando el producto un tiempo estipulado. Posteriormente, se realizarán las curas necesarias.
2. Quemadura térmica
Mediante un tratamiento podológico con láser, con diferentes longitudes de onda y realizando las curas pertinentes, los pacientes pueden deshacerse de sus verrugas plantares.
3. Tratamiento con otras sustancias químicas
Vesicantes como la cantaridina o citostáticicos como la bleomicina. Suelen ser los más efectivos pero los más agresivos y se necesitan curas más estrictas puesto que se provoca una pequeña úlcera.
4. Cirugía para tratar verrugas plantares
No es el tratamiento que se suele escoger, pero es una posibilidad cuando los otros tratamientos conservadores han fallado.
5. No utilizar callicidas
En algunas ocasiones hemos visto en consulta a pacientes que han tratado en casa las verrugas plantares con callicidas, ya que se pensaban que eran callos o helomas. Este producto puede causar graves problemas en la piel de los pies. La elección del tratamiento dependerá del criterio del profesional, según la extensión de la verruga, la salud basal del paciente, la colaboración del mismo y la edad.
Para que el tratamiento funcione correctamente es fundamental que el paciente siga todas las pautas y consejos que le ha dado el especialista para reducir el riesgo de infección e incrementar la efectividad del tratamiento.
¿Cómo prevenir el contagio del virus?
- Mira donde pisas: Contagiarse con el VPH es muy fácil en lugares cálidos donde hay humedad. Los más habituales son las duchas comunes en gimnasios, vestuarios o piscinas, es decir, lugares donde hay mucho tránsito de gente. No camines descalzo, usa chanclas para que actúen como barrera protectora.
- Higiene: Mantén tus pies limpios y secos, sobre todo entre los dedos, y evita compartir el calzado y la toalla. Si es necesario, cambia tus calcetines dos veces al día. Si te gusta dormir con calcetines, no te pongas los mismos que has usado durante el día.
- Heridas: Cuidado con las grietas y pequeñas lesiones en la piel, pueden ser una vía de entrada para el virus.
- Autocontagio: Si tocamos la verruga y luego no nos lavamos bien las manos podemos extender el virus a otras partes del cuerpo. Cada persona reacciona de forma diferente al virus. No a todos aquellos que han estado en contacto con el virus les aparecerá una verruga plantar.
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Lucía Mondelo
Podóloga en Clínica Podoactiva Premier Madrid